Casa Nostra

Una de las cosas que me gusta tener para recordar momentos, son álbumes con fotos impresas, que aunque sé que pueden afectar a la ecología del planeta, son un tesoro importante para mí, con su nostalgia y memoria. Estos suelen ser por un evento en específico, una etapa de mi vida o un viaje y los guardo en el mismo lugar del librero.


Dentro de los que he hecho de viajes, está el de Dublín-Europa de noviembre 2013 a noviembre 2014. Entre los días que lo estuve realizando, donde reviso cada foto le pongo el nombre del lugar o algún dato interesante, me di cuenta que siempre me ha gustado tomarle fotos a las lámparas y faroles. Cada una de ellos tiene una forma diferente, un tamaño, algún adorno extra, pero al final su propósito principal es el de dar luz.

En la luz he encontrado muchos momentos que me han dado la paz que tanto necesitaba, en ella he andado el camino a tomar las decisiones más importantes en mi vida, hasta he pensado en hacerme un tatuaje de un farol que refleje esa luz que me guía.

Hoy es el tercer día en mi nueva vida, mi vida en Italia al lado del amor que, aunque tengo que hacer 10 días de aislamiento por la situación del COVID y no lo he podido ver, he estado viviendo en “Casa Nostra”. En esta casa descubro cosas nuevas todos los días y también me descubro pensando que esto es un sueño y que se puede acabar, pero miro arriba y encuentro luz.

La luz de esta casa es impresionante, no sólo porque entra la luz natural del sol por enormes ventanas, sino porque cada cuarto tiene una lámpara diferente. Que dentro de sus diferencias de estilo, de forma, de tamaño, de edad, todas dan luz y hoy al verlas, me descubro fotografiándolas y recordando el sentido que me dan y una razón más para sonreír por estar aquí, por haber sido valiente, por volar hacia la luz y el amor.

Agosto 2021




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